miércoles, octubre 24, 2007

Alas negras



Y mis alas se tornaron negras, en medio de un lago de reproches. Traté de gritar pero mi voz danzaba en el silencio del pecado. Mi esplendor se extinguió poco a poco.

Con tonos oscuros y pálidos, Dios pintaba mi cuerpo. Ensimismada por la tristeza no pensaba en el castigo. Fui el ángel más hermoso. Mi nombre fue belleza pero desde hoy me llamarían la muerte.

Entre sollozos y vergüenza mi alma se perdió en la eternidad. El amor tuvo su precio. Mi vileza se convirtió en la efigie del dolor. El egoísmo se cubrió con el manto de mis pupilas, perdí el brillo en ellas. A mi paso dejaría una mirada yerta donde se cobijaría el horror.

¡Fue así la primera vez! Entré en la habitación de él y le dí un beso. Luego me presenté ante su mujer como un fantasma. Ella sufrió por años del corazón. Primero sus latidos fueron de prisa; después de unos minutos llegó el sosiego.

Mi padre me explicó que el mal no alimentaba ningún sentimiento, y que mis lágrimas no eran de arrepentimiento sino de miedo. Y transformó mis lágrimas en sangre. Me condenó a ser siempre recibida con lágrimas.

A mi victima, la convirtió en el ángel de la esperanza. Mientras, yo sería el de la muerte, esperando en un lago de desolación mi nueva tarea.
FIN